¿Cómo gozar de una buena salud financiera?
ODF – Educación financiera 11 / 2022
Fecha: 28 noviembre 2022
A medida que se van reduciendo los niveles de exclusión financiera - en España el 97% de los adultos tiene una cuenta bancaria- los esfuerzos se centran en mejorar los niveles de “salud financiera” de la población. Tener acceso a una cuenta bancaria es un ingrediente necesario, pero no suficiente para garantizar una buena salud financiera.
¿Qué se entiende por salud financiera? Es el bienestar que se alcanza mediante una buena gestión de la economía personal, familiar o empresarial para poder hacer frente a imprevistos y conseguir metas vitales y de futuro. El nivel de salud financiera óptimo va a depender en muchos casos de las necesidades de cada individuo y de la etapa personal en la que se encuentre. El primer paso para tener una buena salud financiera reside en identificar los principales objetivos financieros del hogar, como, por ejemplo, comprar un piso, hacer un viaje, realizar un tratamiento dental, o ahorrar. La clave para poder alcanzar dichos objetivos es mantener los gastos por debajo de los ingresos. Esto permite ahorrar, afrontar el pago de las deudas, y/o invertir. Aunque pueda parecer sencillo, existen una serie de indicaciones para conseguir una buena salud financiera.
- Planificar aquellos gastos predecibles: en algunos casos es posible conocer cuando se tienen que acometer los gastos, e incluso su importe (por ejemplo, pago de matrícula escolar, renovación del seguro del coche, etc.). Tenga en cuenta con anticipación dichos gastos. De hecho, es recomendable que ahorre específicamente para ello en los meses anteriores.
- Pagar las facturas a tiempo y en su totalidad: un retraso en el pago de las facturas puede ocasionar la generación de intereses y/o penalizaciones, lo que termina lastrando en mayor medida la salud financiera.
- No abusar de anticipos: en situaciones concretas solicitar un anticipo en el cobro de una nómina puede ser una buena decisión (por ejemplo, si hay que abonar una factura cuyo impago puede generar efectos especialmente perjudiciales). En cualquier caso, dicha situación debe ser excepcional. Recurrir frecuentemente a anticipos es un síntoma de una mala planificación financiera.
- Evitar (revisar) gastos innecesarios: hay compras que son superfluas, y que podrían evitarse.Es conveniente revisar las facturas y comprobar que todos los gastos son necesarios. Si se tienen contratados servicios de los que no se hace uso, hay que valorar cancelar la suscripción.
- Sea consciente de sus ingresos y nunca los sobreestime: Antes de planificar los gastos, es necesario que sea consciente de los ingresos totales de los que dispone. En el caso de que sus ingresos sean variables, es preferible que los planifique a la baja. Si posteriormente son superiores, puedes considerar el exceso un ahorro.
- Mantenga un fondo de emergencia para hacer frente a imprevistos: cuente con una cantidad disponible para situaciones excepcionales o imprevistas que requieren de un desembolso importante de manera urgente. Esto le evitará tener que recurrir a una financiación de urgencia, que puede que no llegue o que se produzca con un elevado coste financiero.